LOS ARQUETIPOS Y EL HECHO CULTURAL.
Según Jung, los arquetipos o imágenes primordiales son
“formas o imágenes colectivas que se dan en toda la tierra como elementos
constitutivos de los mitos y, al mismo tiempo, como productos autóctonos e
individuales de origen inconsciente. Son patrones de formación de símbolos que
se repiten a lo largo de la historia y las culturas, en la humanidad entera, y
a través de ellos buscan expresión las energías psíquicas.
Un hecho cultural es la
manifestación de un arquetipo psicológico en la conciencia colectiva.
La importancia relativa que
sostiene el estudio de los valores morales de cada cultura, es determinado por
la cultura que ha sido estructurada, construida, por el propio individuo, con
la influencia de factores hereditarios, sociales y ambientales, conformado así,
su personalidad psicológica.
La energía psíquica que sostiene la
estructura cultural, es aprovechada por el arquetipo.
El arquetipo proviene del ámbito
cultural de un sujeto colectivo. Ejemplo: el “hipismo”, la cultura de la
paz y el amor, emergió en la esfera de luz colectiva a través de importantes y
traumáticos hechos culturales: la irrupción de la cultura psicodélica, de Elvis
y los Beatles, la liberación sexual, las doctrinas de izquierda
mitigada, “Wodstock”, etc.; Y
estas superestructuras culturales ubicaron y capturaron a hombres y mujeres
clave para lograr sostenerse en la esfera de luz colectiva hasta el día de hoy,
y los íconos están ahí para corroborarlo: John Lennon, Mahatma Ghandi, Jimmy Hendrix, Janice Joplin, Carlos
Castaneda, marihuana, cocaína, alucinógenos; Y, obvio, los personajes
iconográficos que deben asumir: “estrella de rock”, . Estos terminaron siendo arquetipos, o modelos de
conductas según su actividad.